La princesa Hattajak

Cuando tuvieron que huir de su castillo, los reyes de Blystian tuvieron que dejar muchas cosas atrás. Sus coronas de brillantes preciosos talladas en oro puro, los mantos de piel de animales tintados en colores llamativos o zapatos incómodos pero hermosos con tacones altos y telas rígidas.

El matrimonio Hess

Las casas felices son aquellas en las que los adultos son un poco niños. En las que los juegos no sólo son para los dientes de leche y las galletas se comen más rápido de lo que se preparan. Por eso nadie habría dicho que en la casa de la familia Hess sus habitantes eran…

Blade Runner

Las luces brillaban tanto que, incluso en las afueras parecían las seis de la tarde. La cerveza que teníamos en la mano no discutía de su apertura, poco le importaba la hora. Después de todo, es su destino, ¿no? Ser bebido. Como el de todos nosotros. Su barba picaba la luz como pocas cosas he…

Mejor morir de pie que vivir de rodillas

Las manos de Ander eran, hoy, distintas a cualquier otro día. Traía un palo en la mano pero esta vez no sería para pegarme a mí con él. Tania, su hermana pequeña, le había desobedecido otra vez y tenía que castigarla. Maldito bicho de niña, cuando los padres de mi marido murieron tuvo que venirse…

El mito de Perséfone

—¿Conoces el mito de Perséfone? –le pregunto a mi compañera de viaje, alguien que no sabía nada de mi existencia hasta hace veinte minutos, cuando arrancó el tren. Niega con la cabeza, aunque ya esperaba esa respuesta. Yo también esperaba que contestara eso, la verdad. —Era la hija de Deméter y Zeus, una cría, de…

Los Grandes Días en la Vida

Ninguno de los Grandes Días en la Vida (así los llamaba mi abuela, Aurelia) habrían existido si no fuera por él. No era mi abuelo, si es en lo que estáis pensando, pero ella le amaba con tanta fuerza que nunca le importó que estuviera casada. Me contaba que tenía una máquina de escribir que…

Yo tengo mi secreto

Gertrudis sobrevive más que vive. Tiene 78 años y vive en la calle. Cuando la ven, algunos de los vagabundos de su albergue le dicen que no saben cómo ha podido vivir tantos años en esa vida, pero ella les sonríe y dice entre los pocos dientes que le quedan: – Yo tengo mi secreto.

La vida moderna

Aún recuerdo aquellos tiempos, ¿y tú, David? Aquellos tiempos en los que se podía abrir un canal de Youtube simplemente porque quisieras, para contar estupideces. Cuando podías contratar publicidad, hacerte un blog, montar fotos, retocarlas.

Síndrome de Sosias

Ellos dicen que estoy loca, pero no es verdad. Lucila murió hace años, estoy segura. Ahora hay una niña en su lugar que dice que es ella, pero no engaña a nadie. Mi hija murió cuando tenía seis años, poco después de que lo hiciera su padre en un accidente de coche. Su presencia llena una casa vacía que no comparto más que conmigo misma. No siento la soledad, no me dejan hacerlo. En la que fuera su habitación hay un fantasma que vive y se alimenta como lo hiciera mi hija. Sufre sus mismas alergias, teme a los mismos monstruos y llora y moquea como lo hiciera mi Lucila, pero no es ella.

La suerte

El mundo se podría haber resumido en unas manos en aquel momento, al menos el mío. Literalmente me había salvado la vida. Llevábamos tres semanas saliendo cuando me tropecé en el metro e iba a caer a la vía. Suerte que me acompañase, suerte que supiera reaccionar y suerte de la capucha de mi cazadora….