No hablemos de las hadas

Cuando tenía siete años mi tío Joseph me regaló un libro sobre las hadas. La portada era de color marrón oscuro con una suave gasa roja que lo rodeaba. No había título. – No es para niños. Será nuestro pequeño secreto.

Desde las alturas

Te miro. Y a ti, y a ti, y a ti también. Os observo desde las alturas. Y desde aquí no podéis ganar. Nunca ganaréis, siempre moriréis. Sólo sois personas, personas muy pequeñas. Cuando os unís hacéis grandes cosas, pero no podréis con nosotras. Porque cuando tú duermes, yo vigilo. A ti, sí, a ti….

El borrón de tinta

Me desperté muy temprano, miré por la ventana y había amanecido hace poco. El cielo aún no era azul del todo. Me dolía la espalda, cosas de dormir en el sofá, probablemente; pero es que la cama ya no me daba tregua. Subí las escaleras sin hacer ruido, pese a estar sola en casa. Claro…