Hoy me embarco en la parte más de crítica y menos de escritura del blog para hablar de un tema que me saca de mis casillas. Y me gustaría decir que el tema principal es Jane Austen, señora de lo más interesante y original para su época de la que hablaremos más adelante, pero no.
Las corrientes que influyen en el pensamiento y que mueven a los demás como veletas. Siento decirte que si eres feminista porque se lleva o católico o vegano o te gusta el trap porque es lo que se lleva… no lo eres.
¿Qué es Feminismo? Feminismo NO eres tú
En realidad, el post viene de la mano de una serie de stories que publicó la booktuber, escritora y demás conocedora del mundo literario Iris de asomo (además de dueña de una perra adorable). Lo cierto es que aunque conocí sus vídeos hace meses no fue hasta este verano que comencé a seguirla. Suelo comentarle cosas porque me parece una chica muy interesante y siempre contesta amablemente.

El caso es que, si no recuerdo mal, había hecho un vídeo hablando de Jane Austen (algo muy común este verano por temas de SEO) en el que comentaba que era una mujer feminista. Defendía, con sentido común, que sí que eran tramas románticas las que inundaban sus libros, pero que detrás había más. Al parecer el gentío empezó a meterse con ella porque decían que no, que Jane Austen (a quien mi corrector quiere llamar todo el rato Jaén Austen) no era feminista.
Claro que sí guapi.
Jane Austen e Ylenia
Sea como fuere, la policía del feminismo había entrado en acción. Es decir, que acercarte al grupo al que debes llegar con el medio con el que verdaderamente te van a escuchar no, eso no es feminista. Es mucho más feminista twittear fotos sobre feminismo e insultar a personas en redes sociales porque no piensan exactamente como tú. Eso es infinitamente más feminista.
Por no hablar de la previsible carencia de libros de Jane Austen en la biblioteca de estas personas. Sea como fuere, me recordó al caso Ylenia Padilla, más conocida como Ylenia, que por si no lo conocéis lo podéis leer aquí.
Si quieres que algo llegue a todo el mundo, tienes que actuar en todos los estratos culturales, sociales, en todos los sitios en los que puedas. Será mejor que una chica a la que admiran miles de adolescentes como Ylenia hable bien claro y diga que es feminista a que mire para otro lado. No, mejor lo convertimos en un juego de élites intelectuales, algo que nos ha llevado muy lejos.

Los personajes femeninos feministas
En las novelas de mi amiga Jaén Austen las tramas son inicialmente románticas. Más verdad que un santo ahí. Ahora, en cuanto lees un poco más de la sinopsis del libro te das cuenta de los matices de los personajes y de las historias. Son mujeres fuertes, que pueden superar problemas económicos, sociales y familiares, con mucho que perdonar a un mundo que no les pide perdón.
Mujeres con las que no es complicado sentirse identificada siempre que se escarbe un poquito en la naturaleza del personaje. Además, como apunta Iris de Asomo en su vídeo, son mujeres que buscan el amor para ser felices no con la única finalidad de tener un colchón de dinero para sus vidas. A veces tienen un toque de humor, otras son historias terribles e incluso con finales más dulces que los que sucedieron en la realidad.
Pero porque sean historias románticas no hay que pensar que no son para ti. Son libros que recrean una situación social encarnada en un contexto histórico exquisitamente detallado. No hay nada en el amor, no pasa nada por leer un libro romántico ni por escribirlo. Y no soy yo la mayor fan de este género precisamente. De hecho, lectores de mi novela me han dicho más de una vez que tiene la historia de amor menos romántica que se han topado.
No por negar el amor en un personaje somos más feministas. No digamos ya en una persona de carne y hueso. Y Jane Austen creaba personas de carne y hueso hechas con tinta y papel. Unos libros los suyos en los que, si te quedas solamente con la historia de amor y no con los problemas a los que se enfrentan por el simple hecho de haber nacido mujeres, es que eres un poco tonto. O tonta, la estupidez no es exclusiva de un género.
Así que si Iris de Asomo, Jane Austen e Ylenia no son feministas, tú tampoco.
Qué buena eres!
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