Seamos sinceros y admitamos la realidad: a veces nos decepcionamos por nuestra culpa. Es un hecho que ponemos cosas que queremos ver en algo o alguien… aunque no existan. Y, claro que sí, luego nos decepcionan.
Seamos sinceros y admitamos la realidad: a veces nos decepcionamos por nuestra culpa. Es un hecho que ponemos cosas que queremos ver en algo o alguien… aunque no existan. Y, claro que sí, luego nos decepcionan.